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Para que expongas todos tus documentos, archivos, folletos, y más de la mejor forma, hemos seleccionado los mejores expositores del mercado. Desde expositores mural, expositores de suelo, expositores de pared, expositores de sobremesa, hasta fundas colgantes, marcos y porta anuncios. Además, atriles portamenús y portadocumentos.
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Los expositores y los murales son elementos muy útiles en el ámbito escolar gracias a su versatilidad. En Materialescolar.es contamos con una amplia variedad de propuestas, de distintos tipos y para usos muy diferentes. Aquí puedes conocer sus principales características y categorías.
Ambas soluciones son elementos de mobiliario muy fáciles de montar e instalar, que tienen la principal función de facilitar información a otras personas. En algunos casos, esa información se da por medio de material físico para llevar, como folletos o revistas. En otros casos, acogen mensajes permanentes para ser leídos de un rápido vistazo. Por tanto, todos ellos se sitúan en puntos estratégicos que tengan buena visibilidad.
La principal diferencia entre ambos elementos radica en su emplazamiento. Los murales, como se deduce de su nombre, van anclados a la pared o en un espacio vertical, como una puerta. Y permanecen fijos en esa ubicación, ya sea por medio de tornillos o de adhesivos de especial resistencia.
En cambio, los expositores que no están clasificados como ‘murales’ carecen de anclaje y se emplazan en otros lugares, principalmente dos:
En el suelo: cuentan con una estructura que les permite permanecer de pie con estabilidad. Pueden llevar ruedas para facilitar el cambio de emplazamiento
En un soporte horizontal: son los llamados expositores de sobremesa, puesto que lo habitual es situarlos encima de una mesa
A pesar de la comentada diferencia entre un elemento y otro, los expositores y murales pueden clasificarse de diferentes maneras, independientemente de si van anclados a la pared o no. A continuación mostramos las principales tipologías.
Según su material
A la hora de decantarse por uno u otro, es importante fijarse en el material, pues cada uno ofrece ciertas ventajas en mayor o menor grado: ligereza, opacidad, dureza, etc.
Poliestireno: los más ligeros
Metal: los más duros y resistentes
Metacrilato: transparentes y una buena alternativa al cristal
Madera: ligeros y con una estética natural
El diseño también es determinante, pues no todos los modelos son aptos para todos los usos, como veremos más abajo. Los más habituales son:
Con baldas: en ellas se puede aplicar, de manera ordenada, material informativo como trípticos y folletos, con el fin de que las personas los consulten rápidamente y se los puedan llevar para leerlos con más calma
Con puerta: también tienen como misión la exposición de material, pero no para que las personas se lo lleven libremente. Por ello, pueden contar con puerta o incluso cerradura, si ese material es especialmente sensible o valioso. El metacrilato o el cristal son materiales habituales en ellos
De superficie lisa: serían la versión más parecida a las pizarras, pues cuentan con una superficie lisa sin baldas ni otros elementos, pensada para escribir mensajes o mostrar información. Sin embargo, tienen una importante diferencia con las pizarras, más allá del material: no están pensadas para escribir y borrar permanentemente sobre su superficie, sino para escribir mensajes permanentes o de mayor durabilidad temporal, o bien para exponer carteles sujetos con imanes
Por su diseño y características, estos elementos son muy empleados en locales comerciales y ferias. Sin embargo, también son muy adecuados para el ámbito escolar porque se les pueden dar muchos usos. Estos son los principales.
Si se emplazan en el hall de un colegio o junto a su entrada principal, son una buena solución para proporcionar material informativo a las familias.
Si se sitúan en la biblioteca del centro, son útiles para anunciar a los usuarios las nuevas adquisiciones para el catálogo.
Los expositores pequeños de superficie lisa son muy prácticos para señalizar espacios, especialmente aulas y salas. Por ejemplo, el nombre de las diferentes clases para que los alumnos y el equipo docente sepan rápidamente a qué espacio están entrando.